Escudo

Escudo de Quirós y familia de los Bernaldos

El escudo municipal de Quirós resume los hechos históricos fundamentales. Consta de tres partes:

  1. El escudo partido ofrece en la parte superior la cruz de los Ángeles que recuerda el dominio episcopal en el Concejo, ya que dicha Cruz no solamente es símbolo de la ciudad de Oviedo sino también de la iglesia diocesana. No hay que olvidar que Quirós era un concejo de Obispalía hasta que consiguió su libertad en el S. XVI, según consta en la Real Cédula de Felipe II. La iglesia de Oviedo encomendó estas tierras durante varias generaciones a los Bernaldos de Quirós, como consta en la documentación del Archivo Catedralicio.
  2. El cuadrante derecho de la parte inferior recuerda el castillo de Alba, de construcción antigua. Dicho castillo, propiedad de los Bernaldos de Quirós, fue ocupado en el siglo XII por Gonzalo Peláez cuando se rebeló contra el rey Alfonso VII el Emperador.
  3. Aunque en Quirós hubo otras familias importantes y dignas de ser recordadas, el escudo, en su cuadrante inferior izquierdo, recoge el relacionado con los Bernaldos.

Los Bernaldos de Quirós

“…Gutierre Gonçalez, y Lope Rodriguez de Quirós nos quexamos del Obispo de Oviedo Don Gutierre, por quanto teniendo nuestros antepassados, desde el Conde Bernaldo Ximenez, y su fijo Don Suero, y Pero Bernaldo, y los mas de sus descendientes, fasta nuestro padre Gonçalo Bernaldo de Quirós, los Castillos de Alva, Buango, Pruaza, é Teberga, que el Emperador fiziera dar á Don Suero, por auerle él tomado el de Luna, do auia jacido San Diaz, de do él venia” (P. L. A. de Carvallo, Antigüedades y cosas memorables del Principado de Asturias, Gijón, 1988 (facs.), p. 396).

Por esta carta de los hermanos Gutierre y Lope Bernaldo de Quirós, recogida por Carvallo, el origen de esta importante familia enlazaría con los primeros reyes de la Reconquista al aludir como su ascendiente a San Díaz, padre de Bernardo del Carpio. También J. M. Trelles y Villademoros, aunque somos conscientes de la cautela con la que se deben afrontar las tesis de este autor, habla de estos ascendientes:

“Y en quanto á la antigüedad, y origen de esta Familia, y ser Tronco de ella el Conde Bernardo Ximenez nieto de Bernardo del Carpio, lo afirman contestemente Salazar de Mendoza en sus Dignidadez de Castilla, Ocariz en sus Familias del nuevo Reyno de Granada, Castillo en su Historia de los Godos, Rodrigo Mendez Silva en el Noviliario de la Casa de Valdés, el P. Henao en la Dedicatoria de su Empireologia, D. Phelipe Bernardo en el Noviliario de la Casa de Olloniego, Carvallo en su Historia de Asturias, el Memorial Genealógico de la Casa de Asturias, y otros Escritores” (Asturias Ilustrada, II, Gijón, 1980, (facs.), fº 781).

A partir del nieto de Bernardo del Carpio, Bernardo Ximenez, J. M. Trelles y Villademoros señala que en la sucesión se “mezclan cuentos y noticias muy apócrifas” por lo que omite las sucesiones por espacio de más de cien años, hasta los tiempos de Alfonso VI, para continuar la línea de sucesión con Ximeno Bernardo y el Conde Don Suero quien, como ya dijimos anteriormente, recibió los castillos de Proaza, Buanga, Alba y Teberga a cambio del de Luna. Esto llevó a afirmar a algunos autores que el solar originario de la familia sería el de Luna desde donde, posteriormente, irán extendiendo sus dominios desde Luna, Babia Alta, Babia Baja,... hasta varios concejos asturianos entre los que se encuentra Quirós, término que a partir de Gonzalo Bernaldo añadirán a su apellido.

Gonzalo Bernaldo, que según Trelles y Villademoros aparece citado por primera vez en el 1200, será “el primero, á quien encontramos en las Historias, y Instrumentos con el Apellido de Quirós, sin duda por haver posseído en Asturias el Concejo, que llaman de Quirós, ó yá teniendole en gobierno, según el estilo de aquel tiempo, ó ya teniendo allí possesiones, y constituyendo Solar del nombre del territorio”(O.c., fº 789).

Los Bernaldos de Quirós, por su fidelidad y servicios a la Corona, fueron favorecidos con numerosas concesiones regias, por lo que se confirman entre los beneficiarios de las primeras “mercedes enriqueñas”, que llevarán al encumbramiento de la familia en el siglo XIV. Además, parece indudable que el valle de Quirós estaría bajo su influencia política y económica, hecho que parece confirmar el que sobre ellos recaigan las encomiendas del territorio que otorgaba la Iglesia de Oviedo. Y como símbolo del poder de la familia de los Bernaldos se erigía el Castillo de Alba frente a las comunidades aldeanas diseminadas por el valle de Quirós.

Las hazañas de esta familia dieron lugar a muchas leyendas y tradiciones que se reflejan en en el campo del escudo de los Bernaldos de Quirós que consta de de dos llaves con los anillos bajos entrelazados, en cada flanco lleva 3 luneles y tiene tres flores de lis: una en jefe y dos en punta.

C. M. Vigil recoge una leyenda sobre las llaves entretejidas por los anillos que dice que: “provienen de Constantino, hijo de los Reyes de Constantinopla (en quien tuvo principio la Casa de Quirós), el cual con un crecido ejército defendió al Pontífice Estefano III, venciendo á Desiderio, Rey de los Longobardos, enemigo de la Silla Pontifical. En premio de esta victoria (que confesó el Pontífice deberse al valor de Constantino, después de Dios), le mandó S. S. disponer en sus divisas y empresas las llaves de la Iglesia” (Apuntes heráldicos, Oviedo, 1892, p. 24). Aunque nos parece más acertada otra explicación ofrecida por Carvallo y también recogida por Vigil: “El Rey D. Enrique II, después de la muerte de su hermano D. Pedro, con el fin de apaciguar las disensiones que aún había en diferentes provincias del Reino, envió á este fin á varios Capitanes y gente de guerra, especialmente á la ciudad de Oviedo donde tantos parciales quedaban del difunto Rey; comisionó para ello á Pedro Suarez de Quiñones, Adelantado mayor de León y Merino mayor de Asturias, el cual recibió las Llaves de Gonzalo Bernaldo de Quirós que tenía la tenencia de la Ciudad y sus Torres, haciendo pleito homenaje de no entregarlas sino al que quedase por Rey de España; siendo tradición que desde entonces pintan sus descendientes las Llaves en sus escudos” (Ibidem).

En cuanto a los luneles de plata parece que tienen su origen en el citado Constantino que, en tiempos de Ramiro I y Ordoño I, ganó en distintas batallas contra los musulmanes veinticuatro banderas y las lunas en ellas representadas.

Las tres flores de lis hacen referencia al matrimonio de “dicho Constantino con D.ª Galinda Bernardo, hija de Bernardo del Carpio y de D.ª Galinda, y ésta del Conde Alarcós de la Real Casa de Francia; por lo cual juntaron las tres flores de lis á las armas de la Casa de Quirós, y el apellido Bernardo al de Quirós” (Ibid., p. 25). Guardan relación con esto unos versos que yo vi en la bóveda de una capilla de La Majua (Babia Baja) en el palacio de los Marqueses de Valdecarzana: “Los que pintan las tres flores / de lis que les diera Dios,/ esos son grandes Señores/ en Asturias los mejores,/ su renombre es de Quirós...”

En la actualidad, se conservan en Quirós cuatro escudos de los Bernaldos. Uno puede verse en Las Agüeras sobre una ventana del Palacio de El Pedredo. Otro está localizado en Coañana en La Casona, como la conocen los vecinos, y aparece rodeado exteriormente con un cordón del hábito de San Francisco. Cuando Gonzalo Bernaldo de Quirós enviudó entró de religioso en el convento de San Francisco de Oviedo y los sucesores, en su memoria, lo agregaron al escudo de la familia. Por último, en la parroquia de Arrojo hay otros dos escudos: el que se encuentra en un lateral de la iglesia de San Pedro de Arrojo y el que aparece en la fachada principal del Palacio de Arrojo. Este va timbrado por la Corona de Marqués y bajo él se lee el lema de la Casa de Quirós: DESPUES DE DIOS LA CASA DE QUIROS, que parece deber su procedencia a que “en una batalla, año de 846, se halló en ella el mismo Constantino con el Rey D. Ramiro, y viendo á S. M. caer del caballo, levantando la voz le dijo en su lengua, Is quirós, Is quirós, que significa tente fuerte, tente fuerte; viendo á su Rey en tierra, le levantó y dio su caballo y armas, sacándole de entre los enemigos con vida. Después de ganada la batalla se acordaba S. M. de la voz Quirós, y de lo que debía á quien la había articulado; y repitiendo aquella palabra se vino á quedar Constantino con ella por apellido; y siempre que el Rey refería este suceso, confesaba que la vida, Después de Dios se la debía á Quirós” (Ibidem).

Etimología palabra Quirós

Algunos autores creen que la palabra Quirós es de origen griego y que podría derivar de "kuros" cuyo significado es fuerza, poder. Así, el P. Carballo señala: "Plinio, y otros autores, dicen que Griegos poblaron, y dieron nombre a Asturias; y se confirma esto mas, con ver los nombres, y vocablos Griegos, que en esta provincia se conservaron hasta nuestros tiempos; ...Quirós también tiene su origen de esta lengua griega, como fuerte, ó dificultoso, y así lo es un valle en Asturias del mismo nombre, cercada de altas peñas" (Antigüedades de Asturias, Tít.3, párrafo IV).

Otros hacen derivar Quirós del término griego "Isquiros". Parece ser que “en una batalla, año de 846, se halló en ella el mismo Constantino con el Rey D. Ramiro, y viendo á S. M. caer del caballo, levantando la voz le dijo en su lengua, Is quirós, Is quirós, que significa tente fuerte, tente fuerte...” (Ciriaco Miguel Vigil, Apuntes heráldicos, Oviedo, 1892, p. 25). Pero, como dice Trelles (Asturias Ilustrada, Madrid, 1739, vol. II, pp.160), esto son "patrañas mal fundadas".

En “La Casa de Quirós”, de V. J. González García, se señala una posible procedencia deduciendo quiros de “jeir”, “jeiros” que significa mano (símbolo de fuerza). Y de ahí quiromancia, quiroteca, quirófano y tantas otras palabras.

X. Ll. García Arias también recoge en su libro el posible origen de la palabra Quirós: Escribe que son muchos los nombres de lugar en los que aparece la base prerromana “kal” o “kar” cuyo significado sería piedra o roca. Este autor ofrece el testimonio de Menéndez Pidal según el cual la palabra Quirós contiene la base “cario” equivalente a “kar”.

Son muchas las hipótesis pero no podemos dar ninguna por segura. Lo único cierto es que la palabra Quirós aparece por primera vez en un documento de donación de Ordoño I, del año 857, que se encuentra en el Archivo de la Catedral de Oviedo:

  • “…Loca etiam designata in terra que dicitur Quiros, deganeam, hominun, in uilla que vocatur Meruego [Bermiego]…”

En el mismo archivo también existe una donación de Alfonso III a Tuñón del año 891:

  • “…in ualle Quiros, uilla in Pironno `Perueño] cum ecclesia Sancte Eulalie…”

Hay que señalar que algunas veces en lugar de Quirós aparece Kiros o Quilos:

  • “…In ualle de Kiros ecclesiam Sancti Uincencii de Limbria [Nimbra] cum suis aiacenciis…” (A. C. O., 905, enero 20)
  • “…advenientibus de Kirós vel de Teverga... et ex alia parte quomodo diuitur cum Kirós…” (A.C.O., 1163)
  • "…deinde uallem de Olalies et ualle de Quilos usque in caput garrafe…” (A.C.O., 1117, noviembre 29)
  • “…per Aramo et ambit totam uallem de Quilos usque in caput de garrafe et venit inter terminum de Tebrega et de Quilos…” (A.C.O., 1150)

Estas formas, Kiros y Quilos, son simples variantes que no pueden prevalecer sobre la general: Quirós.